Hablar en público es algo que la mayoría de las personas detesta, y que yo disfruto. Aunque admito que aún me pongo nerviosa, y la primera vez… ni les cuento! Creo que ese nerviosismo es importantísimo, sin él no existe motivación alguna. Muchas veces hasta ganas de vomitar me dan, jajajaja… La verdad no es nada fácil, y hay que poner en práctica ciertas técnicas para hacer llegar tu mensaje a la audiencia.
Organízate
¿Larga o corta? La clave es la organización. Ten claro los puntos de la introducción y el desarrollo. ¿Qué debes decir primero y que después?
Eres el dueño de la situación
Todo lo que digas debes creerlo, para conectar con la audiencia. Una sonrisa, un comentario gracioso, un hecho relevante, o una pregunta, son buenas opciones para captar la atención.
Se breve
La duración de tu discurso dependerá de la situación. En mi caso cuando hablo en eventos o shows internacionales, los texto son breves… y al grano. Olvídate de los discursos eternos, esos ya no van!
No leas
Nada mejor que la expresión espontánea para transmitir seguridad. Yo, muchas veces llevo bullets en las notas de mi teléfono – pequeños recordatorias que me ayuda en la organización.
Una vez arriba, o listo para empezar siempre recuerda los 3 puntos esenciales y aunque te desvíes, siempre regresa a ellos y trata de relajarte y de respirar normalmente. Piensa que sólo será por unos minutos, horas… pero no eterno.
Besos,
Gaby
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